Tras una de las últimas lluviecitas caídas este verano, por la mañana emprendi el camino de regreso desde el Parque Nacional Cabo Polonio a casa en el Monte. Constaté como catorce sapitos de Darwin habían caído en las huellas de los camiones y no podían salir.Me di cuenta de que tales huellas, sendas en la arena constituyen largas y enormes trampas pit-fall para una de nuestras pocas especies endémicas. ?como hacer para salvarlos? Sin duda muchos murieron ese día. Para mi este es otro de los grandes problemas que afronta el pobre Cabo Polonio, víctima de su éxito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario