Ayer 8 llegaron Pato, Carolina, Rogelio, Cecilia y su hijita Malena de 3 años.
Me ayudaron a transportar material para la cabaña que está siendo terminada y por la noche salimos a andar en canoa. Salvo Cecilia (que se quedó en casa con Malena), los demás nunca habían andado en canoa y pese a que su primera lección fué de noche, debo decir que no había visto gente que aprendiera a dominar al noble vehículo con tanta rapidez.
En tanto remámabos en silencio por el juncal, oíamos a una pareja de ñacurutúes que cantaban dentro del monte y se oyeron las llamadas corderiles de las nutrias, los correteos de las gallaretas y los prolongados cantos del macá grande.
Pato a la cena nos sorprendió con croquetas de garbanzo y lentejas. !Que linda práctica de comida que tuvimos!!
Hoy Rogelio nos hizo un almuerzo de fideos con salsa de choclo con lo que seguimos con la buena comida.
Hicimos prácticas de manejo de lancha y canoa, mas delimitación y estudio de dos cuadrículas en el monte. Una dentro del predio estatal y otra en el predio de los Petusso que queda al lado. Hoy cuando el sol estaba muy bajito nos deleitamos observando a dos lobitos de río que en parte parecieron deleitarse observándonos a nosotros nadando y desde los muelles. !divino verlos nadar en el agua ya anaranjada por el atardecer!
Vemos en la foto a Cecilia y Carolina dedicadas a identificar mediante clave algunas muestras obtenidas en las cuadrículas.
!la seguimos!
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